Es una de las claves de un adecuado servicio, de especial relevancia en los distribuidores de bebidas calientes.
Para lograr una completa higienización, los equipos utilizados se programan con lavados automáticos de agua a temperatura superior a 90º, que se complementan con las limpiezas manuales programadas en las visitas de los operadores, siguiendo las instrucciones del fabricante y la guia del plan de seguridad alimentaria e higiene.